SERENDIPITY es SAVEFAMILY

Os voy a poner en situación para que todos podamos entender la historia que os quiero contar. La palabra que da título a este post hace referencia a un hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual (Definición RAE)

Una antigua leyenda persa cuenta la historia de tres príncipes (Los tres príncipes de la isla Serendip, lo que hoy conocemos como Sri-Lanka) que encuentran, sin buscarla, la respuesta a problemas que no se habían planteado. Gracias a su capacidad de observación y a su creatividad, los hermanos descubren de forma casual la solución a muchos dilemas extremadamente complejos e importantes.

Y es así como los papás de Cecilia, tras unas vacaciones en casa de los abuelos, se dieron cuenta de que la solución al problema que habían tenido era estar en contacto con su niña en cada momento del día cuando las obligaciones los mantuviesen separados.

Este cuento, con un final muy particular, relata que allá por el 2017, en un pueblecito de Cantabria donde las fiestas

abarrotaban cada rincón de las calles, el sonido de la música invadía el espíritu festivo y el confeti flotaba por el aire, Cecilia disfrutaba junto a sus padres y su perro de un momento familiar. Como en todo buen guion cinematográfico el momento del climax en este relato se produce cuando la pequeña corre tras su perro, Chester, y se pierde entre, flores, confeti y serpentinas.
Entenderéis que el susto fue enorme, mucha angustia y los nervios se apoderaron del estado de ánimo de sus padres.

La dulce Cecilia, tras horas de haber estado perdida fue encontrada muy asustada junto a su perro y todo quedo en un mal rato.

¿Cuál es la moraleja de este relato?, yo os la cuento, SaveFamily. Seguramente penséis que no es una moraleja al uso, pero para estos padres fue una lección, una casualidad y una búsqueda para que esto no ocurriese en otras familias y así fue como Savefamily surgió y comenzó su andadura hasta nuestros días.

Es cierto que desde sus comienzos ha cambiado mucho, con un gran trabajo por detrás, horas en vela y comidas a deshoras, pero sobre todo con mucha ilusión, llegando a formar un equipo de trabajo muy peculiar, envidiable y divertido, donde el trabajo se convierte en compañerismo y en una familia como a nosotros nos gusta llamarnos, de la que todos formáis parte.